El Mar

Estas imágenes no han sido seleccionadas al azar o por defecto del programa, no sé que os transmitirá a vosotros estas imágenes pero a mí me transmite tantísimos sentimientos, agradables todos ellos.

¿Alguna vez os habéis detenido en un amanecer o un atardecer solos frente al mar? Os lo recomiendo, se puede hasta llorar de la emoción y cantidad de sentimientos percibidos por una simple mirada al mar.

Os haré una comparativa que seguro habéis experimentado. Frente a una hoguera o el fuego de una cerilla o una chimenea en pleno invierno, seguro que os habéis detenido frente a la llama a observar, quedando totalmente hipnotizados con los colores y sus movimientos. Pues exactamente del mismo modo me sucede a mí con el mar, nunca me canso de admirarlo.

La mar, en todos sus estados es bello, en cada uno de ellos te transmite: serenidad, bravura, picardía, misterio, respeto, etc.

Cuando está en calma, pareciendo una balsa, me aporta una paz inmensa (sobre todo en las aguas del Mediterráneo). Sin embargo, hay otros momentos en los que parece que se le haya ocasionado tal daño, que arremeta con toda su fuerza y rabia hacia las rocas (como las aguas del Atlántico), viéndolo lo admiras pero a la vez te da respeto.

Dicen que la mar es bella, ondeante, misteriosa, insinuante y peligrosa como una mujer hermosa. Me encanta, cada vez que lo oigo decir a alguien.

Me apasiona el poder de la marea con cada una de sus olas, su perseverancia, haciendo que cada retroceso sea un punto de partida para un nuevo comienzo. A la vez es paciente, porque como bien habréis oído, todos los ríos van al mar, pero no por ello el mar se desborda. Ojalá el ser humano fuera capaz de albergar tanta paciencia.

A su vez, podríamos comparar el mar con las diferentes personalidades de las personas, los pasivos y serenos, los impulsivos y bravos, los egoístas que reciben y guardan como agua estancada, los avaros que se adentran en la tierra comiéndose la arena, y otras más.

Hoy me quedo con el sentimiento de ir por el buen camino que me transmite al ver esta imagen. Un camino empezado con complicaciones hasta llegar pero tomado con buen pie, largo de recorrer, con la tranquilidad de estar segura de una buena elección y sin ver el final, segura de que todo obstáculo tendrá solución y se superará.

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Sólo el que ha vivido cerca del mar, conoce la parte dulce de la sal. Para todo mal el mar, para todo bien también.

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